Preparamos un tahini o pasta de sésamo tostando las semillas de sésamo en una sartén entre cinco y ocho minutos. Las retiramos de la lumbre y trituramos junto con tres cucharadas de agua. Podemos hacer también todo este proceso en un mortero.
Colocamos los garbanzos cocidos en el vaso de una batidora junto con el cilantro, la pasta de sésamo, el zumo del limón, el aceite de oliva y sal al gusto. Trituramos hasta que todos los ingredientes hayan quedado integrados en una mezcla homogénea y cremosa. Si vemos que el hummus está un poco seco podemos ir añadiéndole un poco más de aceite de oliva.